Tau: Los cazadores de invierno

 Hablemos un poco de le historia de los tau que intervienen en Verin:



Has’nat

Has,nat es un mundo semihelado muy montañoso y con frondosos valles cubiertos por maleza baja y bosques de hoja perenne. En el no hay océanos superficiales, el agua liquida se filtra a través de su corteza arenosa y se almacena en grandes mares subterráneos donde se evapora por el calor interno del planeta saliendo en forma de nubes a través de peligrosas grietas y geisers.
El ciclo de rotación sobre su eje es muy lento dando una vuelta completa por cada vuelta y media al sol, esto se combina con que su órbita al rededor del sol es prácticamente circular por lo que tiene solo dos estaciones la luminosa Kai’oi y la oscura Kai’daa, cada una de aproximadamente 216 días terrestres. Su luna Is’yanoi (La luna helada) es una gran bola de hielo que rota alrededor del planeta a razón de 186 veces para cada estación. Debido a su naturaleza refleja la luz del sol hacia la cara oscura por lo que genera ciclos de día y noche durante el Kai’daa. Su otra luna Da’yanoi (La luna oscura) es una bola gaseosa que atrae la luz bloqueando los rayos solares hacia la cara iluminada de Has’nat su periodo orbital es de 193 veces por cada estación.





Oi’Mon’da Is’yanoi  (la sombra brillante de la luna helada)

Así  se conoce al fenómeno que se produce en el cielo las raras veces que is’yanoi se interpone entre el sol y Has’nat produciendo un eclipse. Por una parte la luna se ilumina con un tono azul intenso como no hay otro igual, el cielo oscurece y se forma un perfecto arco iris circular que rodea la luna, la tradición dice que aquellos que nacen bajo la luz de este eclipse están predestinados a grandes obras por el bien supremo, pero que no podrán ver sus resultados. Ningún Tau de Has´nat sabe si su nacimiento ocurrió durante uno de estos eclipses o si no fue así pues es costumbre mantenerlo en el mas estricto de los secretos. De todas formas todos los tau aprenden en la escuela que esta leyenda procede de una época oscura del planeta en la que se perdió la tecnología y se asociaban la luz del arco iris al bien supremo y el azul de is’yanoi con la sangre rica en cobalto por lo que ninguno de ellos suele caer en la superstición.



La colonización de Has’nat

La colonización de Has’nat no fue un acto planeado, sino fortuito. En los primeros tiempos de la exploración espacial muchas naves partieron de los planetas tau buscando planetas habitables. Una de estas naves fue atacada por alienigenas y superada armamentísticamente por lo que sus ocupantes tubieron que elegir entre una muerte segura o un futuro incierto en cápsulas de escape, atendiendo a su instinto  de supervivencia abandonaron la nave hacia el planeta mas cercano que conocían y así es como algo mas de un centenar de taus machos y hembras de las 5 castas acabaron en Has’nat.
Tan solo contaban con los suministros de supervivencia de las cápsulas y su ingenio para sobrevivir en un mundo hostil y helado. Las herramientas sencillas de las que disponían distaban mucho de la tecnología tau actual y la baja disponibilidad de material tecnológico hizo que tubieran que subsistir con su propio trabajo, construyeron casas de piedra y madera en un valle abrigado, y cultivaron algunas semillas con sencillas herramientas de hierro y cazaron con armas de pólvora. Superaron la primera estación oscura y prosperaron.

La guerra contra los Mish’nua (SALVAJES VERDES)

Durante mil años los habitantes de Has’nat vivieron conforme al ciclo de las estaciones, en la estación luminosa cultivando la tierra y en invierno cazando a las criaturas salvajes, pero debido a la escasez de recursos del planeta, a la dureza del clima y a las bestias salvajes del planeta no desarrollaron su tecnología mas allá del uso del hierro la piedra y la madera. Por el contrario generaron una cultura propia basada en los fundamentos del bien supremo pero muy tribalizada, compusieron cantares y dominaron las artesanías.

Pero durante una estación oscura llegaron unos invasores de piel verde precedidos de una gran lluvia de estrellas, el estruendo del pecio orko se oyó como el sonido de un millar de truenos juntos. Algunos tau recordaron las leyendas de la venida de sus hermanos del cielo y fueron a recibirles cantando y festejando pero las hordas verdes se esparcieron arrasando aldeas, matando ganado, destruyendo todo aquello que los tau habían construido. Fue un tiempo de horror y guerra y todos los cazadores de la casta del fuego lucharon con las armas que disponían hasta que no les quedaron municiones pero siguieron luchando con espadas ceremoniales y lanzas de caza, tendiendo emboscadas, ostigando y huyendo y cuando no había mas remedio dejando paso al salvaje cuerpo a cuerpo. Debido a la naturaleza del planeta los pieles verdes no conseguían reproducirse y los tau fueron ganando terreno progresivamente hasta que durante la estación luminosa se reunieron todos los guerreros de los cazadores en torno al piedro orko mientras se reunían se produjo la oi’Mon’da Is’yanoi que tomaron como un buen augurio y atacaron. Se cuenta que al salir el sol de nuevo la nieve blanca contrastaba con el rojo de la sangre congelada de miles de orcos. Desde aquel entonces tomaron el blanco nieve y el rojo sangre como colores insignia. Poco después una gigantesca nave apareció en el cielo, los tau prevenidos por el ataque de los orkos se prepararon de nuevo para la guerra con sus nuevos colores, cientos de guerreros fueron vestidos con pieles blancas y pinturas rojas a encuentro del nuevo invasor. Mas  la nave procedía de Vior’la e iba persiguiendo a los orkos que atacaron Has’nat. La impresión de tan valerosos guerreros al encontrar una horda de cientos de taus vestidos como salvajes en aquel mundo inhóspito preparados para una ultima batalla debió ser tremenda o al menos tanto como la de los tau de has´’nat al ver salir de aquel enorme aparato un contingente de sus congéneres.

El reencuentro con el imperio y la nueva era de la civilizacion

Poco hay que decir, tras el shock inicial de ambos grupos de tau, se establecieron ayudas con suministros, tecnología y otras cosas útiles pera los tau del planeta. Estos aunque llevaban mas de mil años viviendo en una especie de edad media se adaptaron rapidamente a la mayoría de las mejoras tecnologicas aunque mantubieron sus tradiciones históricas no solo por costumbre sino por combiccion, al fin y alcabo sobrevivieron en un mundo que nunca nadie había creído que fuera habitable sin mas ayuda que sus manos y su ingenio, lo que para ellos demuestra que no importa tanto la tecnología como el espíritu.
A pesar de haber asumido todo ese avance tecnológico por motivos de combicción muchos taus reniegan del uso de drones para tareas que consideran de realización personal. Por ejemplo los Fio no admiten el uso de drones en tareas como la instrucción de viviendas o en la fabricacion de armas blancas y los Shas tan solo utilizan drones como tropas sacrificables. Aunque esto también despenderá mucho de las circunstancias pues los tau son por naturaleza prácticos.

Los cazadores de invierno

Los cazadores de invierno es un cuerpo de cazadores novatos. Su primera campaña traera el sistema imperial de Verin al Bien Supremo. Les acompañan miembros veteranos de otras campañas pero para muchos de ellos es la ultima misión ya que su la autentico cometido será entrenar a sus sucesores.

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